
La vestimenta no determina la calidad de un funcionario, pero sí expresa su conexión con el momento
Muchos dirán que “no se gobierna con la ropa”, pero en los actos donde se honra la memoria nacional, la forma de presentarse habla. Veteranos de Malvinas, Fuerzas Armadas, antiguos pobladores y vecinos llegan con la solemnidad que nace del sentido de pertenencia, mientras algunos funcionarios asisten con una informalidad que parece más propia de un trámite que de un homenaje. La vestimenta no define a nadie, pero sí revela —sin decir una palabra— cuánto respeto se le asigna al acto y a quienes lo sostienen desde la convicción.















